Esta canción, fue compuesta por el Padre Lacroix, hace unos 47 años, para ser cantada por el conjunto carnavalesco, del barrio "El Berral": "Los Burros". Con el tiempo se ha convertido en el "himno" de San José.

Vivo en un rancho, que es una alhaja,
hecho de paja y de terrón,
y entre los ceibos, está escondido
cual bello nido de una ilusión.

Y en sus contornos, brotan las flores
¡cuántos primores se ven allí!
Dulces pitangas, palmas frondosas
mieles sabrosas de camoatí.

De los ombúes, bajo la sombra,
cual bella alfombra tienen sus pies,
la piel sobada con todo esmero
de un bravo overo, gato montés.

Y es la guitarra, la compañera
que fiel me espera, junto al fogón;
y cuando entono tiernas canciones
sus vibraciones qué dulces son.

Gloria a los gauchos, de boleadoras
lazo y espuela, vincha y facón,
del mate amargo, de la totora
de la guitarra y el pericón.

Fueron guerreros, del gran Artigas,
de Lavalleja y los Treinta y Tres,
ellos nos dieron, con sus fatigas
gloria a una patria, que heroica es.

Vivo en un rancho, que es una alhaja,
hecho de paja y de terrón,
y entre los ceibos está escondido
cual bello nido de una ilusión.
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