Estas violetas bellas
y modestas
esparcen su perfume
suavemente
traen tristes recuerdos
a mi mente
me invitan a soñar
y tú las sueñas.

Ellas fueron las suaves
compañeras
de la carta de amor
que me enviaste
y a sus morados pétalos
tu confiaste
el cariño de que fueras
mensajera.

Volvieron a mis manos
ya marchitas
como prueba indeleble
que vivieron
junto tus pechos
y que allí murieron
dejando al holocausto
su cándidas almitas.

Almitas de violetas
amor hecho fragancia
encarnación divina
de amor y de ilusión.
A ellas tu confiaste
menguar a la distancia
trayéndome la prueba
de tu ardiente pasión.
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